El portal SpanishWineLover publicó ayer un artículo en el que ocho de los sumilleres más reputados de España recomendaban sus vinos para la próxima Navidad. La Navidad es el momento de consumo de vino más importante del año, y las marcas lo saben.
De los 24 vinos recomendados, cinco son pertenecientes a la Denominación de Origen Jerez-Xerez-Sherry-Manzanilla de Sanlúcar, tres a la VdT de Castilla, dos a la DO Cava, dos a la Conca del Riu Anoia, dos de la DO Bierzo…hay también un DO Rioja, un DO Ribera del Duero, un DO Madrid, un DO Valencia…¡pero cinco son de la DO Jerez/Manzanilla de Sanlúcar!
Amontillados, manzanillas, olorosos, pedros ximénez… Los vinos del Marco de Jerez forman parte de las preferencias de la gran mayoría de profesionales de la sumillería, de enólogos, de periodistas gastronómicos y de los grandes amantes y conocedores del vino. Peeeeero, no ocurre lo mismo, por desgracia, con el gran consumidor. ¿Por qué?
¿Mienten los expertos? ¿Se equivocan los periodistas? ¿Hay que ser un sibarita para que te guste el vino de Jerez? ¿No es un vino para todos? ¿Es un vino de abuelos? ¿Sólo se puede tomar en romerías y ferias? Parte de la respuesta está en las mismas preguntas. Intentemos descifrar por qué no hacemos caso a los expertos con el vino de Jerez.
Los vinos de Jerez son vinos completamente diferentes a los vinos a los que está acostumbrado el gran consumidor. Por origen, por suelo, por tipo de uva, por tipo de crianza, por grado alcohólico, por olor, por sabor…es encontrarte en la copa con algo totalmente distinto a lo que puedes estar acostumbrado si tus gustos son los Riberas del Duero o Verdejos de Rueda.
Los vinos de Jerez hay que explicarlos, comunicarlos, entenderlos. Aun así, no es, como casi ningún producto lo es, un vino para todos los públicos. No somos la Coca Cola y cuanto antes lo entendamos, mejor. El futuro de Jerez no pasa por intentar volver a los volúmenes de hace 60 años.
En este apartado mucho tiene que ver el Consejo Regulador, pero sobre todo, las bodegas. De ellas depende la comunicación de sus productos, acercarlos, rejuvenecerlos, posicionarlos…lo cual cuesta ingenio, trabajo y recursos. Lo que nos lleva a otro de los motivos. Los recursos en promoción de los vinos de jerez es ínfimo es comparación con las grandes DO de España. Grandes Denominaciones de Origen que en algunos casos ni existían cuando Jerez era el vino de España y su Brandy el licor de los españoles. Pasó su época gloriosa, se cometieron errores, falta de capacidad de adaptación, problemas internos, pérdida de prestigio, a veces de calidad…otras denominaciones apostando fuerte, gustos cambiantes, multinacionales que llegan, espirituosos que despliegan… y se pierde la posición de ventaja y lo más importante, se pierde el contacto con una generación de españoles y sus hogares.
Pero como decimos, y por no hablar de la leche derramada, es lo que hay. Así que, exprimamos con ingenio los recursos existentes. Jerez no puede intentar venderse como hace 60 años, ni comunicar como hace 60 años. Casi todo ha cambiado. Educación, hábitos de consumo, leyes, competencia sectorial, acceso a la información, formas de comunicación…
Y poco a poco se está haciendo. Primero la calidad. No cometer los mismos errores. Ser honestos con el producto. Posicionarlo. Sacas limitadas, ediciones especiales.
Desasociémonos de la imagen rancia, sin perder los consumidores tradicionales. Cambiemos la imagen de nuestros productos, sin perder la identidad. Aprovechemos que los expertos, sumilleres, enólogos, periodistas, grandes aficionados son amantes de los vinos de Jerez, escuchemos, viajemos…e intentemos COMUNICAR esta joya única en el mundo que son los vinos del Marco de Jerez.
La comunicación más efectiva es la más sencilla, con conceptos claros. Dentro de la complicación de nuestros vinos, intentemos crear un mensaje para un público amplio, que no tengamos que hacer un curso de formador en vinos de jerez para que lo entendamos, pongámoslo un poquito más fácil y seguro, seguro seguro, que muchos se suben a nuestro tren.
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